La menstruación es un aspecto esencial de la vida que influye en la salud, la educación y la equidad de género. Sin embargo, muchas personas crecen sin acceso a la información adecuada, lo que alimenta mitos, vergüenza y limita el acceso a recursos esenciales.

La educación menstrual es clave para que niñas y mujeres comprendan su cuerpo y enfrenten su ciclo con confianza. Conocer los cambios físicos y emocionales permite manejar síntomas, identificar problemas de salud y tomar decisiones informadas. Además, fortalece el respeto propio y la autoestima, rompiendo con la desinformación que genera inseguridad. Por eso, Fomentar la educación menstrual es fundamental para construir un futuro donde la menstruación no sea un obstáculo, sino una parte natural, respetada y comprendida de la vida.